Somos seres que percibimos el mundo. Nuestros sentidos nos dan una idea de cómo es el
mundo. Nos hacemos en nuestro intelecto una imagen del mundo. ¿Pero es el mundo
la imagen que nos hacemos de él? ¿Coincide el mundo externo con la imagen que
proyectamos en nuestro interior? ¿Qué es lo real? ¿Sabemos qué somos o qué es
el mundo? ¿Tenemos certeza de nuestros conocimientos? ¿Sabemos algo? ¿Es fiable
nuestro intelecto?
El gran Sabio Eurípides nos hace reflexionar sobre la incertidumbre en su tragedia
Ion. En la obra, Creusa dice a su hijo
Ion, perdido hace mucho tiempo y ahora encontrado, lo siguiente: “Juguetes de la suerte, bogamos en un
mar de incertidumbres.” El Sabio logró ver lo que nadie más vio, logró
vislumbrar la verdad. Somos ignorantes de todo y la única certeza que debemos
tener es la certeza de nuestra ignorancia. Ya lo dijo otro gran Sabio, contemporáneo
y admirador de Eurípides, padre de la filosofía, Sócrates: Solo sé que nada se. ¿Qué sabemos? Solo nos podemos acercar un
poquito a la certeza en el instante presente. Sabemos qué ocurre en el momento
en que lo estamos presenciando. De lo pasado sabemos lo que dicen pero puede
ser un error basado en una mentira, ¿cómo corroboro lo dicho si dista mucho en
el tiempo? De lo futuro sabemos lo que especulan y puede ser especulación sin
fundamentos y por tanto puede ocurrir lo contrario a lo que se propuso. ¿Cómo corroboro
lo que está por venir? ¿Y entonces qué pasa con la ciencia? ¿La ciencia nos da
conocimientos ciertos? Si calentamos el agua a cien grados centígrados, hierve.
¿Es éste un conocimiento seguro? En apariencia, ya que la ciencia no nos dice
cómo es el mundo sino que nos regala un modelo del mundo. La ventaja del
conocimiento científico es que este modelo coincide con los hechos y asumimos
que es conocimiento real, lo cierto es que existen varias explicaciones para un
mismo evento y escogemos el que mejor entendimiento nos brinda. Hay personas
que ante una enfermedad asisten a la iglesia, al curandero, al sanador o al
médico y quíen puede decir qué lo curo. A lo mejor la enfermedad no era lo que
se creía y su tiempo de vida era corto y se atribuye la sanación a otro tipo de
situaciones como el haber rezado con fe o la eficacia del medicamento ó ¿qué
son los placebos?
La
naturaleza, el mundo, el cosmos es más de lo que vemos o percibimos. La
ciencia, el gran conocimiento de la humanidad no nos dice lo que es el mundo.
Einstein, el gran genio del S.XX lo afirma cuando dice en uno de sus escritos: toda nuestra ciencia, comparada con la
realidad, es primitiva e infantil; y sin embargo es lo más precioso que tenemos.
El genio lo sabía, la ciencia no es un conocimiento certero de la realidad.
La realidad es inmensamente superior e inabarcable.
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