Vanitas, Jacques Linard, 1600-1645, Museo del Prado. Madrid.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Reflexionando Sobre los Impulsos con el Sabio Epicteto

A Epicteto le tocó en vida ser un esclavo. Aunque no lo sufrió mucho, ya que, en medio de su esclavitud, fue libre por la práctica filosófica. Posteriormente alcanzó la libertad y fundó su escuela a la que asistían numerosas personas. La historia lo considera uno de los grandes representantes del estoicismo romano o nuevo estoicismo, junto a Séneca y Marco Aurelio. Al igual que Sócrates, nunca escribió y sus enseñanzas se transmitieron para la posteridad gracias a su discípulo, el historiador Flavio Arriano.

En su Enchiridion o manual de vida nos dice: quienes subordinan la razón a los sentimientos del momento son realmente esclavos de sus deseos y aversiones. Nadie más, que alguien que ha sido esclavo, está autorizado a decir lo que es la esclavitud. Pero la esclavitud a la que se refiere el filósofo no es la esclavitud física sino que se refiere a la esclavitud mental. El gran estoico nos enseña que la razón debe estar por encima de nuestros deseos y aversiones.


Nuestros deseos y aversiones son aquellos sentimientos de atracción o repulsión que sentimos por las cosas. Ese impulso es lo que nos permite ser lo que somos y no solo está presente en los humanos sino en todo ser vivo con locomoción (al menos al nivel superior). Es lo que llamamos instinto de supervivencia. En el pasado, cuando buscábamos posicionarnos como especie, este era un impulso de vital importancia. Pero hoy en día, en una sociedad como la nuestra, esos ímpetus deben ser controlados. El maestro estoico nos enseña que la razón debe gobernar nuestros sentimientos. Debemos subordinar el deseo y la aversión a la razón y no al revés. Es decir que debemos reprimir las acciones que son causadas por el impulso momentáneo. Si nos permitimos actuar de acuerdo al sentimiento del momento estamos siendo guiados por el impulso de supervivencia, pero si nos tomamos un momento para mirar cual debe ser la acción correcta a seguir, estamos siendo racionales. Si nos dejamos llevar por los impulsos del momento, quiere decir que no estamos tomando decisiones, es decir que estamos siendo esclavos que no sabemos por qué lo hacemos. Pero si nos dejamos guiar por la razón vamos a actuar como hombres libres porque vamos a saber qué es lo que estamos haciendo. Si logramos que la racionalidad guíe nuestra vida lograremos vencer la esclavitud mental que es más dolorosa y profunda que la esclavitud física.

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