Vanitas, Jacques Linard, 1600-1645, Museo del Prado. Madrid.

sábado, 16 de febrero de 2013

Reflexionando Sobre la Realidad con el Sabio Platón


Platón, el discípulo de Sócrates, es una de las estrellas centrales del universo filosófico. Decía de él, con entera razón, Don  José Pijoán, en su breviario de la historia de la humanidad, “recordemos que Platón representa el mayor esfuerzo que ha hecho el espíritu humano en la esfera del pensamiento.”

En el diálogo Hipias Menor, o de lo falso, en Boca de su Maestro Sócrates, a quien le rindió respeto y admiración toda la vida, dice: La realidad se me escapa, no sé qué es ella. ¡La realidad! ¿Qué es la realidad? Toda la filosofía ha girado en torno a esta pregunta. Desde antiguo se ha querido asir la realidad pero ella constantemente se nos escapa. Creemos que el mundo es como lo percibimos pero ¿estamos seguros? Parménides, tal vez el gran abuelo de la Lógica, decía que la multiplicidad, el movimiento, la finitud, características que presenciamos, en el mundo actual y real, son una ilusión. Heráclito, padre del Devenir, decía que el constante cambio del mundo es lo real. Ya estos dos antiguos padres de la filosofía tenían ideas contrarias sobre la realidad. Los empiristas aseguran que el mundo es aquello que nuestros sentidos perciben y los racionalistas dicen que el verdadero mundo debe ser captado con la razón ya que los sentidos nos dan una imagen equivocada de lo que es real. El gran Kant nos deja perplejos cuando dice que una cosa es lo que vemos en el mundo y otra cosa es lo que el mundo es (la cosa en sí y la cosa para sí). Lo que se nos enseña es que lo que vemos del mundo es lo que nuestra subjetividad le agrega al mundo. Pero todavía queda lo que son las cosas desnudas del arraigo de nuestra subjetividad. Si esto dicen estos grandes maestros del mundo objetivo ¿qué decir de los hechos a nivel humano? Un humano es un ser complejo, por lo tanto la relación entre dos humanos es un hecho aun más complejo. Ni que decir de la complejidad de las relaciones sociales y del mundo en general. Entonces debería preguntarme ¿es cierto lo que creo de los demás? ¿Tengo juicios o prejuicios? ¿Mis ideas de los demás son correctas o equivocadas? Y volvemos a la pregunta del principio ¿Qué es la realidad? Volviendo a las cosas, a la naturaleza, al mundo, la física plantea que los umbrales de la realidad última se pierden entre los límites de los átomos y la energía. Si hay algo cierto es que el mundo no es como lo percibimos. Lo que sí es cierto es que nos hemos puesto de acuerdo en cómo nombramos el mundo y hemos convenido en que el mundo es de una forma específica que nos permite comunicarlo y nos permite relacionarnos con él.


La realidad se nos escapa, no sabemos lo que es. Vamos por la existencia, y por los fragmentos del tiempo que nos corresponde en la historia, ignorantes de la realidad, del mundo y de las cosas. La realidad es difícil de asir, de sujetar, de encerrar. Por esa característica de la realidad es que existe la ciencia y existen tantas teorías científicas que intentan explicarla, por esa característica de la realidad es que existen el arte, la religión, la filosofía y demás manifestaciones del espíritu humano. Ya lo vio el gran maestro Platón, grande entre los grandes y sabio entre los sabios, la realidad se nos escapa y no sabemos lo que ella es.

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