Vanitas, Jacques Linard, 1600-1645, Museo del Prado. Madrid.

sábado, 23 de febrero de 2013

Reflexionando Sobre Nuestras Búsquedas con el Sabio Gustavo Adolfo Bécquer


Gustavo Adolfo Bécquer, Enorme Poeta Español. Es el puente entre la antigua poesía romántica y la nueva poesía española. Inspiró a los poetas de finales del S. XIX y principios del S. XX. Fue un elegido de las musas y vivió atormentado. Murió joven y brilló después de su muerte con sus rimas y leyendas. Es el poeta de los sentimientos amorosos y, además del amor, de una fuerte carga filosófica y existencial.

En, tal vez, su mejor leyenda “El Rayo De Luna”, dice: Cántigas..., mujeres..., glorias..., felicidad..., mentiras todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos, ¿para qué?, ¿para qué? Para encontrar un rayo de luna. Además de Poeta, Filósofo. Hombre Grande que, con tan solo treinta y cuatro años, alcanzó la inmortalidad y su nombre inspira, enseña e ilumina a quienes lo leen.

En esta obra hay un joven romántico y meditabundo que se encuentra en el bosque y en la noche cree ver a su alma gemela que vaga, como él, en busca del contacto con lo místico. Cuando indaga más en quién es la amada, se da cuenta que es el reflejo de los rayos de luna entre el follaje del bosque. Toda la ilusión que tenía en la belleza y el amor de una mujer y la felicidad que ella podría proporcionarle se desvanece como una falsa ilusión. En cuatro palabras menciona la meta existencial humana, cantigas equivale a distracciones; mujeres, al amor; glorias, al poder y al reconocimiento; felicidad, a la tranquilidad y la vida plena; eso es lo que busca cada humano en esta vida. La crítica es severa, “mentiras todo”, todo aquello que anhelamos y a lo cual aspiramos es una mentira, es decir algo que no es verdad. La gloria, la felicidad, el amor, la diversión, todo es una mentira. “Fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo”, es decir que los humanos inventamos como debemos vivir y con el tiempo las generaciones posteriores creen que es verdad, que es la única manera y no son capaces de corregir lo erróneo y de buscar nuevas estrategias; “los amamos y corremos tras  ellos”, es decir es en lo único que creemos y lo único que pensamos que existe y vamos en su búsqueda ignorando lo demás; ¿para qué?, ¿para qué? Para encontrar un rayo de luna, es decir algo efímero y que se desvanece en el tiempo. Los seres humanos vivimos de ilusiones y creemos que estas invenciones de nuestra mente son reales. Creemos, además de aquellas cosas que inventamos como especie o como individuos, en aquellas cosas que los demás inventan. Y deberíamos aprender a confiar más en nuestra inteligencia, es decir en no inventar nada y en indagar por cuenta propia en la realidad de las cosas. No es lo mismo nacer pobre que nacer rico, ni es lo mismo nacer en áfrica que nacer en Alemania, lo que quiere decir que nosotros inventamos la cultura y la forma de vivir en sociedad. De acuerdo a esas culturas nos trazamos metas y vivimos para conseguir alcanzarlas y cuando las logramos nos damos cuenta que no es precisamente lo que esperábamos pero pensamos que ya es tarde para comenzar de nuevo y lo que hacemos es acostumbrarnos al ritmo de vida que llevamos. No existe acuerdo en qué es la vida humana y cada campo del conocimiento plantea una posible explicación a lo que es nuestra vida y vivimos y morimos en la red de ilusiones tejidas en torno a nuestra existencia. Casarse, tener hijos, ser profesional, tener casa propia, poseer tecnología, tener carro, ahorrar, vivir en la ciudad, emplearse... ¿son ilusiones autoimpuestas por la sociedad o verdades establecidas de manera natural?

¿Qué metas debemos plantearnos?, ¿cómo debemos vivir nuestras vidas?, debemos pensar que si vamos en contra de la corriente, iremos en contra de lo establecido socialmente y si perjudicamos a los demás nos pueden perjudicar por antisociales, pero, además de respetar lo socialmente establecido, podemos escoger aquellas cosas que nos interesan sin importar lo que otros piensen. Si el mundo nos impone ilusiones ¿por qué no podemos establecer las propias?

2 comentarios:

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  2. Rima LXVIII.

    No sé lo que he soñado
    en la noche pasada;
    triste, muy triste, debió ser el sueño
    pues despierto la angustia me duraba.

    Noté, al incorporarme,
    húmeda la almohada,
    y por primera vez sentí, al notarlo,
    de un amargo placer henchirse el alma.

    Triste cosa es el sueño
    que llanto nos arranca;
    mas tengo en mi tristeza una alegría...
    ¡Sé que aun me quedan lágrimas!

    Bécquer

    Esas "lágrimas" son mis "rayos de luna". VLC

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