Si el enorme poeta y sabio Esquilo hubiese sido un
personaje bíblico sería llamado profeta. En efecto, los tres grandes trágicos
griegos están a la altura de los patriarcas bíblicos (¿O será al revés?). Con
razón escribía el gran Nicolás Gómez Dávila, tal vez el más grande de los
filósofos colombianos, en sus Notas: “Los
clásicos griegos y la Biblia, leídos lentamente, con minuciosa atención, bastan
para enseñarnos lo que la humanidad sabe de ella misma.”
En su obra “Los siete contra Tebas”, en boca del
coro, en respuesta al lamento de Eteocles, hijo de Edipo, frente a lo trágico
del destino, Esquilo nos deja esta joya: “No
dejes que te empujen. Tú, un cobarde nunca serás llamado, si eliges bien tu
vida.” ¡Qué grande y qué ignorado! ¡Se necesita el temple de un semidiós
para resistir los embistes del vulgo! ¿Elegir bien nuestra vida? ¿Qué significa?
¡Elegir!, ¡el gran dilema de la humanidad!. ¡La libertad en acción! ¡Ser o no
ser, hacer o no hacer, esa es la cuestión! Lo que nos dice el gran sabio es que
vivamos como seres libres, lejos de las presiones sociales que nos esclavizan. ¿Cuántas
veces nos encontramos con personas que nos incitan a realizar cosas que no son de nuestro
agrado? Reza un dicho popular colombiano: “un bobo empujado mata hasta a la
mamá.” Si no tenemos un carácter fuerte, nos dejaremos llevar por un reto banal.
Si nos dejamos llevar por un reto banal, tal vez lo lamentaremos después. "¡Ay! ¿No
es capaz de tomarse un trago? Tan aburrido"; "¡Si no se fuma un porro es porque
es un miedoso!"; "¿Usted no tiene amante? ¡Mínimo, la mujer lo domina!"; "Participe
de este negocio, mire que nadie se va a dar cuenta"... y así ¡Cuántas adicciones,
cuantos divorciados, cuantos presos! El mundo necesita de héroes fortalecidos en los principios que adoptaron para una vida recta y de héroes que adopten
principios para la misma.
¿Qué es una vida recta? Una vida recta es una vida ordenada según los principios de la razón. ¿Cuáles son estos principios? Me acuerdo de la frase de Einstein, en su escrito “mi visión del mundo”: “Los ideales que iluminaron y colmaron mi vida desde siempre son: bondad, belleza y verdad... Las banales metas de propiedad, éxito exterior y lujo me parecieron despreciables desde la juventud.” Y ¿Por qué no colocar al lado del gigante humanista físico, el gigante humanista músico?, Beethoven dijo algo parecido: “Hacer todo el bien que se pueda, amar la libertad ante todo y, aunque fuera por un trono, no traicionar nunca la verdad.” Si estos dos enormes hombres lograron lo que lograron con estos ideales, ¿Por qué no me podrían servir a mí? Hay que recordar que a Einstein le ofrecieron la presidencia del nuevo estado de Israel y la declinó diciendo: “La política es para el momento, pero una ecuación es para la eternidad.” Grandes hombres que fueron fieles a sus principios y hoy son ejemplo para nosotros.
¿Qué es una vida recta? Una vida recta es una vida ordenada según los principios de la razón. ¿Cuáles son estos principios? Me acuerdo de la frase de Einstein, en su escrito “mi visión del mundo”: “Los ideales que iluminaron y colmaron mi vida desde siempre son: bondad, belleza y verdad... Las banales metas de propiedad, éxito exterior y lujo me parecieron despreciables desde la juventud.” Y ¿Por qué no colocar al lado del gigante humanista físico, el gigante humanista músico?, Beethoven dijo algo parecido: “Hacer todo el bien que se pueda, amar la libertad ante todo y, aunque fuera por un trono, no traicionar nunca la verdad.” Si estos dos enormes hombres lograron lo que lograron con estos ideales, ¿Por qué no me podrían servir a mí? Hay que recordar que a Einstein le ofrecieron la presidencia del nuevo estado de Israel y la declinó diciendo: “La política es para el momento, pero una ecuación es para la eternidad.” Grandes hombres que fueron fieles a sus principios y hoy son ejemplo para nosotros.
Adoptemos principios fundamentados en la razón, fuertes y sólidos, para la vida. No importa lo que los demás nos digan, no importa
que el vulgo nos dé la espalda, no importa que los frutos tarden e llegar o
lleguen post mortem. Si somos fieles a unos buenos principios viviremos en paz
y en armonía con los demás, con el mundo y, lo que es mejor, con nosotros mismos.
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