Vanitas, Jacques Linard, 1600-1645, Museo del Prado. Madrid.

domingo, 6 de enero de 2013

Reflexionando Sobre Nuestra Conducta con el Sabio Esquilo


La tragedia griega es infinita, abarca al Hombre en su totalidad. Los autores de la tragedia griega tienen algo en común, la profundidad de sus letras. Por medio de la palabra ahondan en la psiquis humana. El Hombre es un profundo océano explorado por los griegos. Si alguien desea conocerse, se acercará, a lo máximo que puede acercarse a sí mismo, por medio de la lectura de los tres grandes maestros de la humanidad Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Esquilo, en su tragedia Prometeo Encadenado, en diálogo entre Océano y Prometeo, nos regala estas palabras: Piensa en quién eres, y adopta nuevas formas de conducta ¡Piensa en quien eres! Una variante de la tradicional enseñanza de la filosofía griega: ¡conócete a ti mismo! ¿Quién soy? Misterio indescifrable. Podemos dar múltiples respuestas desde cualquier campo del conocimiento y no lograremos acercarnos lo suficiente. Pero debemos hacer el ejercicio diariamente y así lograremos vislumbrar lo que somos. Piensa en: quién eres, qué haces, qué quieres, qué temes, qué deseas, etc., y trata de encontrar el por qué a las situaciones anteriores. ¿Por qué quiero unas cosas y no otras? ¿Por qué temo a estás y no a aquellas? ¿Por qué hago A y no B? Solo yo puedo encontrar respuestas a mi conducta, ahondando en mis actos y en mi pensamiento. Si encuentro la causa de mis actitudes frente a las diversas situaciones de la vida puedo modificar aquellas cosas que entorpecen mi normal desarrollo conductual en sociedad. Pensándome, es decir pensando en quién soy, puedo ahondar en mis acciones y saber si actúo bien o mal frente a los parámetros establecidos en la sociedad que me cobija o puedo darme cuenta si mis acciones me perjudican o benefician.

Yo soy el artífice de mi conducta, yo soy el artífice de mis acciones. Si comienzo a pensar anticipadamente mis acciones, y domino mi voluntad con mi pensamiento, mi conducta va a ser mi elección razonada y escogida y no mi impulso primario y trivial. Ojalá nos impregnáramos de la sabiduría de aquellos que lograron ahondar un poco en el misterioso y profundo océano humano y siguiéramos sus consejos. Pensar lo que somos y lo que queremos llegar a ser, pensar por qué somos como somos y lo que debemos hacer para alcanzar lo que queremos, es parte de la tarea diaria del Hombre. En palabras del gran filósofo colombiano Nicolás Gómez Dávila: “El alma es la tarea del Hombre.

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