La
tragedia griega es infinita, abarca al Hombre en su totalidad. Los autores de
la tragedia griega tienen algo en común, la profundidad de sus letras. Por
medio de la palabra ahondan en la psiquis humana. El Hombre es un profundo océano
explorado por los griegos. Si alguien desea conocerse, se acercará, a lo máximo
que puede acercarse a sí mismo, por medio de la lectura de los tres grandes
maestros de la humanidad Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Esquilo, en su tragedia Prometeo Encadenado, en diálogo entre Océano y Prometeo, nos
regala estas palabras: “Piensa en
quién eres, y adopta nuevas formas de conducta” ¡Piensa en quien eres! Una
variante de la tradicional enseñanza de la filosofía griega: ¡conócete a ti mismo!
¿Quién soy? Misterio indescifrable. Podemos dar múltiples respuestas desde
cualquier campo del conocimiento y no lograremos acercarnos lo suficiente. Pero
debemos hacer el ejercicio diariamente y así lograremos vislumbrar lo que somos.
Piensa en: quién eres, qué haces, qué quieres, qué temes, qué deseas, etc., y
trata de encontrar el por qué a las situaciones anteriores. ¿Por qué quiero unas
cosas y no otras? ¿Por qué temo a estás y no a aquellas? ¿Por qué hago A y no B?
Solo yo puedo encontrar respuestas a mi conducta, ahondando en mis actos y en
mi pensamiento. Si encuentro la causa de mis actitudes frente a las diversas
situaciones de la vida puedo modificar aquellas cosas que entorpecen mi normal
desarrollo conductual en sociedad. Pensándome, es decir pensando en quién soy,
puedo ahondar en mis acciones y saber si actúo bien o mal frente a los parámetros
establecidos en la sociedad que me cobija o puedo darme cuenta si mis acciones me perjudican o benefician.
Yo soy el artífice de mi conducta, yo soy el artífice de mis acciones. Si comienzo
a pensar anticipadamente mis acciones, y domino mi voluntad con mi pensamiento,
mi conducta va a ser mi elección razonada y escogida y no mi impulso primario y
trivial. Ojalá nos impregnáramos de la sabiduría de aquellos que lograron ahondar
un poco en el misterioso y profundo océano humano y siguiéramos sus consejos.
Pensar lo que somos y lo que queremos llegar a ser, pensar por qué somos como
somos y lo que debemos hacer para alcanzar lo que queremos, es parte de la
tarea diaria del Hombre. En palabras del gran filósofo colombiano Nicolás Gómez
Dávila: “El alma es la tarea del Hombre.”
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