Vanitas, Jacques Linard, 1600-1645, Museo del Prado. Madrid.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Reflexionando Sobre el Sufrimiento con el Sabio Eurípides

El Sabio Eurípides logró lo que pocos han logrado, retratar al Hombre tal como es. Contempló al ser humano y observó los detalles que nadie mas había visto y así pudo dejar un fiel retrato de lo que somos. Eurípides es el pintor de los afectos, el retratista del alma humana. Y, al ver lo que otros no, es reconocido como el padre de la psicología. Logró ahondar en los más profundos meandros de la psiquis humana.

En su obra Hipólito, ocurre algo que afecta la vida del protagonista. Su madrastra se enamora de él. Hipólito, joven virtuoso, la rechaza y ella se suicida y lo inculpa arguyendo violación. Finalmente llega la venganza del padre. Antes del suicidio, Fedra dialoga con su nodriza y ella le dice estas sabias palabras: Con calma y noble voluntad tolerarás mejor tu afección. Sufrir les resulta forzoso a los mortales. Una frase, del gran Eurípides, que se anticipa al estoicismo. Sufrir nos resulta forzoso. “La vida es sufrimiento”, reza la primera tesis del Budismo. Es un hecho, por existir, las afecciones hacen parte de nuestra vida. ¿Qué son las afecciones? Son aquellas cosas que pasan y que tienen que ver con nosotros. Algunas nos benefician, otras no. A diario vamos a presenciar afecciones ¿qué hacer frente a aquellas que nos afectan de manera fuerte? Aquello que nos afecta fuertemente, nos afecta precisamente porque en nuestra psiquis lo consideramos importante. ¿Por qué, a veces, lo que a otros afecta de manera fuerte a mí no me causa malestar? Precisamente porque para mí no es tan importante. Esto comprueba que las cosas no son graves o leves sino que yo las hago graves o leves de acuerdo a lo que pienso respecto de ellas. ¿Cómo pasar por la vida sin afectarme gravemente por los sucesos? Dice el sabio: con calma y buena voluntad toleraremos mejor nuestras afecciones. Lo que necesitamos es ejercitar nuestra paciencia. Anticiparnos de manera mental a las posibles situaciones que nos van a aquejar y estar ejercitando el reposo, la calma, para que cuando la afección llegue estemos preparados y actuemos de manera tranquila y aceptando la situación que, por ser humanos y estar vivos, es normal y siempre nos va a suceder.

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