En su obra Hipólito, ocurre algo que afecta la vida
del protagonista. Su madrastra se enamora de él. Hipólito, joven virtuoso, la
rechaza y ella se suicida y lo inculpa arguyendo violación. Finalmente llega la
venganza del padre. Antes del suicidio, Fedra dialoga con su nodriza y ella le
dice estas sabias palabras: “Con
calma y noble voluntad tolerarás mejor tu afección. Sufrir les resulta forzoso
a los mortales.” Una frase, del gran Eurípides, que se
anticipa al estoicismo. Sufrir nos resulta forzoso. “La vida es sufrimiento”,
reza la primera tesis del Budismo. Es un hecho, por existir, las afecciones
hacen parte de nuestra vida. ¿Qué son las afecciones? Son aquellas cosas que
pasan y que tienen que ver con nosotros. Algunas nos benefician, otras no. A
diario vamos a presenciar afecciones ¿qué hacer frente a aquellas que nos
afectan de manera fuerte? Aquello que nos afecta fuertemente, nos afecta
precisamente porque en nuestra psiquis lo consideramos importante. ¿Por qué, a
veces, lo que a otros afecta de manera fuerte a mí no me causa malestar?
Precisamente porque para mí no es tan importante. Esto comprueba que las cosas no
son graves o leves sino que yo las hago graves o leves de acuerdo a lo que
pienso respecto de ellas. ¿Cómo pasar por la vida sin afectarme gravemente por
los sucesos? Dice el sabio: con calma y buena voluntad toleraremos mejor
nuestras afecciones. Lo que necesitamos es ejercitar nuestra paciencia.
Anticiparnos de manera mental a las posibles situaciones que nos van a aquejar
y estar ejercitando el reposo, la calma, para que cuando la afección llegue estemos
preparados y actuemos de manera tranquila y aceptando la situación que, por ser
humanos y estar vivos, es normal y siempre nos va a suceder.
¡Cómo se pone de manifiesto el hecho de que no existe otra situación tan adecuada para filosofar como aquella en la que ahora te hallas! Marco Aurelio. Meditaciones.

Vanitas, Jacques Linard, 1600-1645, Museo del Prado. Madrid.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Reflexionando Sobre el Sufrimiento con el Sabio Eurípides
El Sabio Eurípides logró lo que pocos han logrado,
retratar al Hombre tal como es. Contempló al ser humano y observó los detalles
que nadie mas había visto y así pudo dejar un fiel retrato de lo que somos.
Eurípides es el pintor de los afectos, el retratista del alma humana. Y, al ver
lo que otros no, es reconocido como el padre de la psicología. Logró ahondar en los
más profundos meandros de la psiquis humana.
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